El convento de Betlemitas

El otrora hospital de Betlemitas era una de las construcciones que sobrevivió a los azarosos tiempos del liberalismo político, no sin sufrir un sinnúmero de modificaciones. Fraccionado en distintos momentos del siglo XIX, al comenzar la segunda década del siglo XX, su tamaño original se había reducido considerablemente. Sin embargo, su dignidad permanecía vigente gracias a ciertas transformaciones urbanísticas que permitieron que las calles donde colindaba la vieja construcción, fueran comercial y políticamente importantes para el centro de la ciudad.

La moral en el teatro

“Recato y compostura” exigían las autoridades virreinales a los actores y actrices que se presentaban en el Coliseo, único teatro que existía en la ciudad de México en las últimas décadas del periodo colonial. La gente del espectáculo debía evitar “toda indecencia y provocación que pueda causar ni aun el menor escándalo, con especialidad en los bailes”. Si faltaban al reglamento se hacían acreedores al arresto, incluso podían ser aprehendidos durante la propia representación, con pena de cárcel por un mes. Además, se volvió una exigencia que vistieran con ropas decentemente arregladas y “con la honestidad que corresponde a la modestia, no por ceremonia, sino para enseñar las buenas costumbres”.

Un hallazgo novohispano

Durante el proceso de implementación de luminarias para la fachada de la Catedral Metropolitana, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizaron el hallazgo de una lápida funeraria que podría formar parte de la tumba de Miguel de Palomares, canónigo español e integrante del primer cabildo eclesiástico de la Catedral de México durante el obispado de Zumárraga.

El mejor virrey: Revillagigedo

Casi al concluir el siglo XVIII llegó don Juan Vicente Güemes Pacheco y Padilla, segundo conde de Revillagigedo, considerado el mejor virrey que tuvo la Nueva España en 300 años de dominio español. Gobernó de 1789 a 1794. Era un visionario y con ningún otro gobernante novohispano hubo una transformación urbana tan importante como la que se desarrolló bajo su administración.

Reliquias novohispanas

Dentro de las grandes festividades religiosas que regían la vida cotidiana de los novohispanos, se encontraban el 12 de diciembre –día de la virgen de Guadalupe-, la Semana Santa y la Navidad. A la misma altura en importancia se encontraba la fiesta de muertos, que se realizaba los días 1 y 2 de noviembre.

La última voluntad

Para los españoles era un documento importantísimo; para los indios no. El testamento fue introducido en la sociedad novohispana porque era la forma de conservar en favor de los descendientes el linaje, los títulos de nobleza y la riqueza material.

El cementerio de Santa Paula

Varios panteones guardan un lugar en la historia mexicana gracias a los vicios y virtudes que acompañaron a sus moradores en vida y quienes encontraron en algunos cementerios la paz y tranquilidad necesarias para dormir eternamente el sueño de los justos. El cementerio de Santa Paula –creado todavía bajo el virreinato-, fue el más importante en las décadas inmediatas a la consumación de la independencia.

La Real Lotería

“A fin de que todos los habitantes de este reino puedan conseguir las utilidades que logran los de otros países, por medios de las Loterías, ha resuelto S.M. se establezcan en esta Capital dos de las mas sencillas y ventajosas… La primera intitulada Real Lotería General de Nueva España, se reduce á juntar el fondo de un millón de pesos, en la venta de cinquenta mil billetes, á veinte pesos cada uno”. El virrey, marqués de Croix, 1770.

La feria de Acapulco

Acapulco no siempre fue un paraíso para disfrutar del clima cálido y la brisa marina que soplaba sobre la bahía. Para la historia de la Nao de China la bahía del futuro estado de Guerrero (erigido en 1849) se convirtió, junto con Veracruz, en el principal puerto comercial de la Nueva España.

Un viaje en el galeón de Manila

La travesía de la Nao de China de Acapulco a Manila era rápida y en ocasiones agradable. Por mucho tiempo fue conocido como “el viaje de las damas”. Los vientos alisios impulsaban la nave en forma casi constante durante los dos meses que duraba el trayecto entre Acapulco y Guam, en donde la escala era obligada, ya que había fortificaciones y población mexicana a las que era necesario brindar asistencia.

Los primeros japoneses en México

Aunque al comenzar el siglo XVII, los habitantes de la Nueva España tenían conocimiento de la existencia de China, Japón y otros lugares de Asia, sobre todo a raíz de la colonización de las Filipinas que se lanzó desde costas mexicanas, ningún oriental había pisado tierras novohispanas.

¡Un curado de apio!: el pulque

A finales del periodo colonial, la ciudad de México contaba con aproximadamente 137 mil habitantes, de las cuales, unos 110 mil pertenecían al pueblo y el resto conformaba la élite. Todos ellos -ricos, pobres, indios, criollos- pasaban la mayor parte del día en la calle; caminando entre iglesias, majestuosos edificios y miserables vecindades, pues eran precisamente las calles el centro de la vida

El Coliseo de México

En tiemEn tiempos de la Nueva España, el teatro ya gozaba de gran aceptación, existían dos ""casas de comedias"" y tres compañías de teatro que se presentaban en corrales o teatros públicos con un repertorio de dramaturgia española, sainetes, entremeses, tonadillas y zarzuelas. En 1673 se inauguró el Coliseopos de la Nueva España, el teatro ya gozaba de gran aceptación, existían dos ""casas de comedias"" y tres compañías de teatro que se presentaban en corrales o teatros públicos con un repertorio de dramaturgia española, sainetes, entremeses, tonadillas y zarzuelas. En 1673 se inauguró el Coliseo de México, considerado formalmente como el primer recinto teatral de la Nueva España, administra...

Las primeras corridas de toros

Algunos estarán a favor, otros en contra; unos disfrutarán y otros aborrecerán la tauromaquia. Pero independientemente de la postura de cada persona, ¿acaso nunca se han preguntado qué hay detrás de esta práctica y cómo llego a México? Sí claro, imaginamos un torero e inmediatamente pensamos en España, pero no todo es sólo gritos, pañuelos y vino en una bota. Las corridas de toros comenzaron

De hechiceras y demonios

La muerte andaba sensible. El fuego alcanzaba a iluminar las centenas de libros apiladas sobre la estela de los tiempos. De entre los que alcanzaba a divisar, uno en particular llamó su atención. Era un volumen lleno de polvo cuyo título parecía adecuado para la cercana celebración del 2 de noviembre. Era el famoso Tratado de hechicerías y sortilegios de fray Andrés de Olmos, a quien también en su

La muerte embelesada

Ánimas y aparecidos, sombras y espectros transitaban serenamente por las calles y callejones del México novohispano. La penumbra era su alimento, la superstición su vida y la religiosidad su inspiración. Las campanas de iglesias y conventos marcaban el paso del tiempo religioso. Nadie se aventuraba a salir por la noche. Las calles escasamente alumbradas hacían más notoria la oscuridad y los pocos