La real y pontificia Universidad de México

“Mande en todo caso establecer y fundar en esta gran ciudad de México una universidad… con más razón cuanto… que por razón de los moros recién convertidos habiendo tantas en España quiso su majestad crear una universidad”. Fray Juan de Zumárraga, 13 de noviembre de 1536.

El nacionalismo criollo

La segunda mitad del siglo XVIII vio nacer un sentimiento de identidad entre los criollos de la Nueva España. Era un nacionalismo incipiente que tenía su origen en la construcción de la identidad histórica; también se encontraba en el sentido de pertenencia; los criollos ya no encontraban sus raíces en España, sino en el territorio novohispano, territorio donde habían escrito su historia sus abuelos, sus padres; donde descansaban sus muertos y se encontraban sus familias.

En defensa de los indios: Las Casas

“Todo hombre tanto infiel, como fiel, es un animal racional y social y, por consiguiente, la sociedad o el vivir en sociedad es para todos ellos natural”. Fray Bartolomé de las Casas

El gran hallazgo: la piedra del sol

Con sus 3.60 metros de diámetro y casi 25 toneladas, el llamado calendario azteca fue tallado durante el reinado de Axayácatl. No era calendario pero tampoco es correcto llamarla piedra del sol. Era un monolito realizado para una fecha sagrada: la ceremonia del fuego nuevo que se realizaba cada 52 años y con la que se conmemoraba el nacimiento del dios Tonatiuh.

Los reyes que gobernaron la Nueva España

A lo largo de tres siglos, los novohispanos fueron súbditos de dos casas reinantes: los Austrias, de 1521 a 1700, y los Borbones, de 1700 a 1821. Los nacimientos, los matrimonios, las muertes, las coronaciones y cualquier otro acto que involucrara a la realeza, tenía repercusiones en México y no pocas veces se organizaron grandes celebraciones para festejar algún acontecimiento de la Casa Real.

Otro gran descubrimiento: el tornaviaje

“La navegación fue próspera y acertada aunque de muy gran trabajo, por ser tan larga e ir nao tan pobre de gente y regalo. El Padre Urdaneta tomó a su cargo el gobernarla, así por ser tan necesaria su inteligencia, como porque el piloto y el maestre, murieron en saliendo del puerto.”

La Nao de China

“Es menester confesar que este comercio entre dos países, tres mil leguas distantes uno de otro, se hace con bastante buena fe, y tal vez aun con más honradez que el comercio entre algunas naciones de la Europa civilizada.”

La mala costumbre de los impuestos

Durante el siglo XVI, España tenía bajo su poder nuevos territorios que eran explotados para abastecer las necesidades de la Corona, sin embargo, también querían mostrar sus grandes logros y el lujo en cualquier tipo de celebración nunca faltaba. Tenían suficiente oro para seguir reflejando la riqueza de su sociedad, por lo menos un tiempo más. Pero en la época de Felipe III, España ya se había d

La Compañía de Jesús y el Colegio de San Ildefonso

Los jesuitas llegaron a Nueva España en 1572. Su orden religiosa tenía apenas treinta y dos años de fundada (1540; pero su tarea evangelizadora en el continente asiático era su mejor carta de presentación al desembarcar en las costas novohispanas. Con el mismo espíritu combativo que mostraron los fundadores de la orden -Ignacio de Loyola y Francisco Xavier, entre otros-, los jesuitas se presentar

La vida en el colegio

El Colegio de San Ildefonso no fue una institución que abriera sus puertas por la mañana para recibir a los estudiantes que llegaban a tomar clases y las cerrara al concluir la jornada -como sucede en la actualidad con las instituciones educativas. Era un internado que albergaba a los hijos de las familias más importantes de la Nueva España, un colegio de elite, donde convivían maestros y alumnos

La expulsión de los jesuitas

La escena era dantesca. El Colegio presentaba un aspecto desolador. Las habitaciones, las aulas, el refectorio, la capilla, todo lucía en el más profundo abandono. Los libros de su magna biblioteca -una de las mejores del México virreinal- se encontraban esparcidos en los patios del edificio. Algunos se deshojaban irremediablemente, otros que parecían correr con mejor suerte, fueron almacenados en

El conquistador y el cacique

Por su sangre corría el linaje de los señores de Azcapotzalco. Ixtolinque era hijo de Cuauhpopoca, señor de Coyoacán en 1520, cuando estaba por iniciar la guerra de conquista. Acusado de dar muerte a tres españoles, su padre fue quemado en una hoguera dentro del Palacio de Moctezuma pocos días antes de la batalla de la Noche Triste. Ce Tochtli, hermano de Ixtolinque no corrió con mejor suerte. Lue

Un sabio carmelita

El viento soplaba con furiosa intensidad. Las olas chocaban contra el casco del galeón español que se mecía de estribor a babor. Los mástiles parecían estar próximos a romper se. Por la cubierta corrían chorros de agua que abandonaban la nave por ambos costados. Los otros galeones que componían la flota desaparecieron uno tras otro. La mar se los había tragado.Varios tripulantes de una de las emba

La guerra de los santos

Las trompetas no dejaban de sonar. La muchedumbre reunida frente al monasterio de San Ángelo Mártir gritaba y hacía todo el escándalo posible. Extraña manifestación se había organizado en el pueblo de San Jacinto Tenanitlan.En el interior de su convento, los carmelitas celebraban una misa por sus frailes difuntos y escuchaban los panegíricos de fray Pedro de los Apóstoles cuando se percataron de l

El triunfo de San Ángel

En 1617 finalmente fue inaugurado el convento bajo la advocación del santo carmelita: San Ángelo Mártir. Por su belleza, extensión e importancia en la región -ni siquiera el convento y templo de San Juan Bautista en Coyoacán le hacía competencia- la construcción se convirtió en punto de referencia en todo el valle de México.El hasta entonces modesto pueblo de San Jacinto Tenanitlan comenzó a cambi

Agua para la capital novohispana

Desde su fundación, la capital de la Nueva España recibía agua potable de la misma fuente utilizada durante años por los aztecas. Provenía de Chapultepec y llegaba a la ciudad por el lado de San Cosme. En 1527 el agua recibida ya era insuficiente para la ciudad de México. Churubusco y Coyoacán presentaban alternativas viables pero la pureza del agua de Santa Fe, convenció a las autoridades virrein