Una “falla” de la naturaleza: los sismos

Biodiversidad

México guarda una amplia historia en cuanto a movimientos telúricos; desde tiempos inmemoriales se tenían registros acerca de los sismos que se presentaban. Durante el siglo XIX, se les denominaba de acuerdo al santo patrono que se festejaba el día en que sorpresivamente se sentía un sismo.

Los tembloes, sin duda, han marcado de alguna u otra forma la vida cotidiana. Basta recordar lo ocurrido los días 19 y 20 de septiembre de 1985, donde solo en la ciudad de México hubo más de 10000 muertos, miles de heridos y desaparecidos, dejando edificios inservibles en las colonias Roma, Peralvillo, sobre el eje central, la colonia de los doctores y muchas más.

Pero han existido otros eventos sísmicos que poco se recuerdan como el del 28 de agosto de 1973 en el territorio veracruzano donde un terremoto sacudió fuertemente las ciudades de Córdoba, Orizaba, Puebla y el D.F. Un sismo de enormes proporciones que mató a 600 personas, dejó miles de heridos y casi desaparece a Cd. Serdán en Puebla.

Por esta y por muchas razones es importante tener en cuenta que nuestro país se encuentra en una zona sísmica de enorme importancia. Los sismos se producen como resultado del movimiento relativo de las placas que forman la litosfera terrestre. En México, las placas principales son la de Coco, la de Norteamérica, la del Pacifico y la del Caribe.

Un terremoto se produce cada vez que se parten y deslizan las rocas que forman la capa sólida exterior de la Tierra. Esto pasa cuando las fuerzas que mueven las placas tectónicas de la Tierra exceden la resistencia que presentan las rocas que forman los bordes de las placas.

Todo empieza cuando el movimiento de las placas comienza a deformar gradualmente estas rocas. Con el pasar de los años, este proceso continúa hasta alcanzar un punto donde las rocas no pueden resistir más deformación. Es entonces cuando estas se parten o quiebran violentamente produciendo un sismo.

A lo largo de la falla se libera repentinamente, en forma de vibraciones u ondas sísmicas, la energía que se había acumulado en las rocas. Estas vibraciones u ondas se esparcen en todas direcciones produciendo al pasar una súbita sacudida. A este movimiento le llamamos sismo, terremoto, o temblor. El terremoto es un temblor o sismo cuya devastación es atroz.

Existen diferentes tipos de sismos, los más comunes son los Oscilatorios y los Trepidatorios.

  • Temblores  Oscilatorios,  el movimiento es horizontal, se produce un balanceo y se siente como si el piso se moviera de un lado a otro.
  • Temblores  Trepidatorios,  las sacudidas son verticales, es decir, de arriba hacia abajo y viceversa, pudiendo provocar que los objetos sean lanzados al aire.