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“Esta célebre composición musical, producto de la inspiración del compositor zacatecano, don Genaro Codina Fernández […] ha celebrado, desde hace medio siglo, todas las conquistas espirituales de México y cantará todas sus glorias futuras, porque no habrá canto que le iguale. Ella es nota de contento, estrofa de alegría y voz de cadencia musical, tan sugestiva, tan sentimental, tan vibrante connotativa, y cuando se oye, el corazón acelera sus latidos y el espíritu se agita, y el optimismo brilla dentro del alma con una inmaculada luz de estrella.” Manuel Benítez Valle, 1958.
Cuentan que una noche de 1891, en una cena entre amigos en casa del compositor zacatecano Fernando Villalpando, en la que se encontraba Genaro Codina, el alcohol y la plática lograron que ambos músicos se impusieran un reto: ver quién de los dos podía componer la mejor marcha militar, acordando que el ganador dedicaría su marcha al entonces gobernador de Zacatecas, el general Jesús Aréchiga.
Los compositores realizaron una segunda reunión ante un jurado de parientes y amigos que escucharon las dos marchas, ejecutadas al piano por el maestro Francisco Aguilar y Urizar. Todos los presentes, incluido Villalpando, estuvieron de acuerdo en que el ganador del reto fue Codina, quien se inspiró mientras paseaba por el parque Alameda García de la Cadena.
Cumpliendo el acuerdo, organizaron una serenata con la Banda del Estado para presentarle la marcha al gobernador. Fernando Villalpando efectúo los arreglos e instrumentación y dirigió la Banda Municipal.
La marcha fue tocada por primera vez en 1893 y dicen que cuando Codina escuchó la instrumentación hecha por Villalpando, se sorprendió de la belleza de la marcha por lo que el arreglista acertó a decir: “Tú me la diste desnuda y yo la vestí”.
Cuando el gobernador la escuchó, le gustó tanto que le pagó mil pesos a Codina —pago que a la postre se convirtió en la mayor cantidad de dinero que recibió por una obra musical—; originalmente la composición fue bautizada como Marcha Aréchiga, pero a petición del gobernador le cambiaron el nombre a Marcha de Zacatecas. Es la obra más conocida del compositor, considerada el segundo himno nacional.
Genaro Codina nació el 10 de septiembre de 1852. Compuso muchas otras obras además de la Marcha de Zacatecas, entre ellas, las marchas Porfirio Díaz, Patria Mía y México; la polka Las típicas zacatecanas; los chotises Ayes del alma, Carmen, Recuerdos, Emma, Lazo nupcial, Presentimiento y El sueño de la inocencia; las mazurcas Cher ami, Felicitación, Una confidencia, Canastilla de Bodas y Elena; los valses: Primavera de la vida, Como un sueño, Culto a lo bello, Sueño dorado, Idilio, Fraternidad, y Recuerdo a Durango.
Murió el 22 de noviembre de 1901 en la misma ciudad que lo vio nacer: Zacatecas. En 1932, el Ayuntamiento de la Ciudad colocó una placa en la casa número 16 de la calle de la Compañía, donde él vivió, y la calle fue nombrada Genaro Codina. Sus restos descansan en el Mausoleo de los Hombres Distinguidos Zacatecanos, en el Panteón de la Purísima