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Artes visuales - Instituciones
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Sandra Molina Arceo
“Don Carlos por la gracia de Dios, rey de Castilla, de León, de Aragón […] en beneficio común de mis vasallos, en veinte y nueve de agosto de mil setecientos ochenta y uno presentó […] un proyecto para establecer en la misma Real Casa una academia de pintura, escultura y arquitectura, cuyo pensamiento estimó el virrey muy oportuno…”
Real Academia de San Carlos, estatutos, 1785.
Fueron tres las artes con las que comenzó su historia la Real Academia de San Carlos en 1781: pintura, escultura y arquitectura. Su creación se realizó en momentos en que el arte y la cultura habían recibido un fuerte impulso en la metrópoli y sus colonias bajo la lógica del despotismo ilustrado –corriente filosófica y política basada en la Ilustración, con un sentido paternalista-. Y tenía como fin tener control sobre la producción artística novohispana.
La Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos, como fue nombrada inicialmente, fue fundada el 4 noviembre de 1781 –en honor al rey Carlos III en el día de su santo-. Tres años después, el propio rey le dio la categoría de “Real Academia”, lo cual significaba que la institución recibiría fondos de la Real Hacienda.
El arte se desarrollaba de manera indistinta en la Nueva España desde el siglo XVI, asociado principalmente al ámbito religioso. La primera escuela dedicada sólo a la enseñanza artística la fundó Pedro de Gante en un anexo de la capilla de San José de los Naturales, operaba desde 1529 y era conocida como Escuela de Artes y Oficios. De sus aulas salieron pintores, escultores, carpinteros, albañiles y canteros indígenas.
Hacia el siglo XVIII, la ciudad de México era admirada por su aportación al arte y la arquitectura. Los artistas populares, plateros, orfebres y doradores de bronce estaban asentados en las calles de Plateros y San Francisco. Al finalizar el siglo, de acuerdo con Alexander von Humboldt, había cerca de ocho mil personas dedicadas a las artes.
En 1791 la Academia se estableció en el edificio que había pertenecido al hospital del Amor de Dios, fundado para enfermos de enfermedades venéreas. Primero lo arrendaron las autoridades, pero con el tiempo, compraron el predio y las casas vecinas. Con la fundación de la Academia los artistas novohispanos elevaron su condición a un estatus académico gozando de reconocimiento social y de la protección real.
El acervo de San Carlos conserva en la actualidad troqueles originales de las primeras monedas que se acuñaron en la Nueva España; vaciados de esculturas grecolatinas del Museo del Vaticano y de Miguel Ángel; obras de Rubens, Durero, Rembrandt y una serie única de Giovanni Battista Piranesi. Fotografías de Guillermo Kahlo y obras de Francisco José de Goya, Diego Velázquez, José María Velasco, Rufino Tamayo y Diego Rivera.
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