La historieta mexicana

Datos Curiosos

La historieta mexicana nació en las prensas modernas que en el año 1826 llegaron a nuestro país. Se considera que la primera caricatura publicada en México apareció en el periódico El Iris, un cartón titulado Tiranía, realizado por Claudio Linnati, introductor de la litografía, fundó el periódico junto al poeta cubano José María Heredia y Florencio Galli.

            La litografía, representó una revolución en los procedimientos ilustrativos. Con la generalización de esta técnica, la caricatura se transformó en un arma política, de gran penetración.

            El Iris, destacó por su posición política republicana y su rechazo a la monarquía que recientemente había fracasado con el imperio de Agustín de Iturbide. Sus fundadores no tardaron en ser perseguidos en respuesta a la crítica expuesta en sus caricaturas.

            Al Iris, le siguió Don Bulle Bulle y la Burla, creados por Vicente Gahona, que trabajaba bajo el seudónimo de “Picheta”. Hacia grabados en madera, de trazos desenfadados, un retrato satírico de los tipos y costumbres yucatecos.

             Entre 1847 y 1851, aparecieron La Calavera, El Tío Nonilla, El Gallo pitagórico y la Pata de Cabra.

            Constantino Escalante es considerado el padre de la caricatura mexicana, precursor de la sátira política, fue un periodista y dibujante cuya fama surgió a la par del periódico La Orquesta, durante la guerra de la intervención y del imperio. En aquel tiempo, se le ocurrió publicar un dibujo en donde el plenipotenciario de Francia en México, Saligny, aparecía dentro de una botella de cognac de cincuenta años.

            Al poco tiempo, Escalante, cayó en las manos de las tropas francesas. Fue encerrado en una jaula y paseado como su fuera un animal salvaje, dada su valentía y su afán de seguir dibujando con verdad a pesar de las censuras, se le considera el máximo caricaturista mexicano del siglo XIX.

            Desde la guerra de independencia hasta el segundo gobierno de Porfirio Díaz, pese a la dictadura, la actividad crítica de dibujantes como Gaitán, Lira, Daniel Cabrera, Álvaro Pruneda y otros que seguían publicando en espacios como El Quixote, La Cantárida y la Patria Festiva.

            En la última década del siglo XIX, destaca la presencia de otro grabador: José Guadalupe Posada, quien tenía la influencia de Manuel Manilla. Fue reportero – ilustrador de nota roja en hojas volantes y cuadernillos callejeros. Una de sus notas más famosas es la publicada en 1899 por Antonio Venegas Arroyo, que fue vendida con la siguiente frase “¡Sensacional y terrible noticia! ¡Una señorita que se arroja desde la torre de la Catedral!”.

            La ilustración muestra a una mujer cayendo desde la torre sin que su vestido pierda el arreglo ni el estilo, ya desde estos detalles, Posada se iba sumando a la corriente crítica de los caricaturistas mexicanos en periódicos como el Gil Blas Cómico en 1895 y El Diablillo Rojo en 1906.