El teatro de revista: periodismo escénico

Artes escénicas - Obras

El año nuevo de 1904, México se amaneció con la noticia -publicada en El Imparcial- de la emigración masiva de origen chino que llegaba al país en busca de mejores oportunidades; hecho que generó todo tipo de reacciones: desde el miedo a los contagios de enfermedades chinas desconocidas, pasando al terror de que los chinos - con su mano de obra barata- vinieran a apropiarse del trabajo de los connacionales.

El teatro de revista debe su nombre a que  “pasa revista” sobre los acontecimientos de la actualidad en forma de cuadros escénicos chuscos plagados de música y bailables picarescos. Por esta razón es catalogado como una especie de periodismo escénico, que aprovechaba cualquier coyuntura para presentar temas de interés en forma de parodias.

Así que dadas las novedades, ni tardos ni perezosos, José F. Elizondo y Rafael Medina, se pusieron a escribir la obra Chin Chun Chan (conflicto chino en un acto), una zarzuela, con música del maestro Luis G. Jordá, que se estrenó el sábado 9 de abril en el Teatro Principal de la Ciudad de México. En el elenco figuraban principalmente Esperanza Iris, Paco Gavilanes y la famosa tiple “La Naval”

La trama, escenificaba la historia de un provinciano que, harto de los celos de su mujer, decide huir disfrazado de chino y recala en un hotel en donde, casualmente, esperan a un importante embajador chino de nombre Chin Chun Chan. Es ahí donde empiezan los enredos… La idea era que el chino auténtico hablaba en chino, pero el mexicano respondía con albures.

La obra no planeaba precisamente una denuncia en contra de la emigración. El juego de suplantaciones entre el hombre común y el embajador, hacían más una referencia a los vicios culturales consecuencia del porfiriato.

La zarzuela tuvo un éxito sin precedentes. Se convirtió en el espectáculo de teatro musical de mayor éxito durante la primera mitad del siglo XX.

La reseña, publicada en el Imparcial el domingo 10 de abril de 1904 dice:

Chin Chun Chan fue un éxito rotundo y ruidoso. Desde las primeras escenas, el público empezó a aplaudir […] Los autores fueron llamados a la escena tres veces entre aplausos y dianas y todos los números salientes de la piecesita fueron repetidos a instancias del monstruo. ‘Los polichinelas’ lujosamente vestidos. ‘La telefonía sin hilos’ y ‘cake walk’ fueron los números más aplaudidos […] En el diálogo de los peladitos, fueron muy bien recibidas la Iris y la Vivanco…”

Se formaron diversos elencos que realizaron giras por todo el país. Chin Chun Chan llegó a tener más de dos mil representaciones en una época en la que las obras no llegaban ni a las cincuenta funciones. El éxito fue tal que incluso un empresario extranjero la compró y fue, probablemente, la primera obra mexicana que salió al extranjero.