Cerveza en el nuevo mundo

El siglo de la conquista - Vida Cotidiana

A los indios no les gustó su sabor, preferían el pulque. Para los conquistadores tan sólo su aroma los enviaba por un instante a su amada España. El primer trago de cerveza producida en el Nuevo Mundo se dio en 1542. Alfonso de Herrera había sido autorizado por Carlos V para producir el sabroso líquido en la Nueva España.

Su pequeña fábrica, llamada El Portal, se encontraba entre Amecameca y Paso de Cortés y aprovechaba las cristalinas aguas producidas por el deshielo de los volcanes que coronaban el Valle de México.

La concesión del rey era por veinte años; abarcaba el territorio novohispano y ""cualesquier partes de las nuestras Indias, islas y tierra firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir"". Si alguien se atrevía a contravenir la disposición real, su castigo era inmenso: perdía todos sus bienes.

La industria cervecera no prosperó en los siglos inmediatos a la conquista sino hasta 1890 en Monterrey. Pero en el lejano siglo XVI la escena se repitió en más de una ocasión: el conquistador se quitaba su yelmo; sudoroso y sediento, tomaba el vaso y daba un prolongado sorbo que llenaba de espuma su barba y bigote, se limpiaba con el brazo y sonriente decía: ""¡Qué sabrosa es la cerveza que se sube a la cabeza!"".