Carlos de Sigüenza y Góngora, el sabio

La Nueva España - Personajes

“Pues por no profanar tanto decoro,

mi entendimiento admira lo que entiendo

y mi fe reverencia lo que ignoro”.

Carlos de  Sigüenza y Góngora

  1. Fue un destacado científico, historiador, cosmógrafo, geógrafo, matemático, poeta y escritor novohispano; profesor de Filosofía y Ciencias Exactas en la Universidad real y Pontificia.
  2. Hijo de españoles, nació en la ciudad de México en 1645. A los quince años ingresó a la Compañía de Jesús.
  3. Es considerado como uno de los primeros intelectuales y hombres de ciencia novohispanos.
  4. A los 17 años compuso Primavera Indiana, un poema “sacrohistórico, idea de María Santísima de Guadalupe de México, copiada de flores”, dedicado a la virgen.
  5. Participó en expediciones científicas y colonizadoras. Dirigió las excavaciones en Teotihuacán, primeras excavaciones arqueológicas realizadas en la Nueva España
  6. También desarrolló una vasta investigación en astronomía que quedó plasmada en obras como el Manifiesto filosófico contra los cometas despojados del Imperio que tenían sobre los tímidos, escrito a partir de la observación de la aparición de un cometa en 1680; en la Libra astronómica y filosófica (1690) y los almanaques que redactaba anualmente.
  7. En 1680 le fue encomendada la confección de arco triunfal para recibir al nuevo virrey Tomás Antonio de la Cerda. Escribió para la ocasión el Teatro de las virtudes políticas, obra en la que exalta las virtudes del buen gobierno de las autoridades de la Gran Tenochtitlán.
  8. En 1692 recibió el nombramiento honorífico de Geógrafo de su Majestad, por haber salvado parte del archivo y pinturas del ayuntamiento de la ciudad de un incendio provocado por una revuelta, para lograrlo, Sigüenza pagó a los saqueadores que actuaban motivados por la escasez de maíz. Al respecto escribió: “Era tanta la gente, no sólo indios sino de todas las castas, tan espesa la tempestad de piedras que llovía sobre el palacio; a todos les administraban piedras las indias; y todo lo que es plebe gritando: ‘¡Muera el virrey y cuantos los defienden!’ y los indios: ‘¡Mueran los españoles y gachupines que nos comen nuestro maíz’”.
  9. En 1982 se convirtió en capellán del Hospital del Amor de Dios, nombramiento que honró hasta su muerte el 22 de agosto de 1700. Murió a los 55 años.
  10. Antes de morir, donó al Colegio de San Pedro y San Pablo su colección de documentos, obra plástica, instrumental científico y textos inéditos. Por desgracia, la mayor parte de este legado se perdió al ser destruido el Colegio durante la ocupación norteamericana de 1847.