Jugando a salvar el mundo: Assassin's Creed III

Entretenimiento

El mundo se terminará el 21 de diciembre de 2012, a menos de que Desmond Miles viaje en el tiempo a través de la información en sus genes, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, y descubra las pistas para recuperar fragmentos de tecnología que son considerados frutos del edén. 

    Esa es la premisa del último capítulo en la serie de videojuegos Assassin's Creed, en la que Miles va a distintas épocas usando una máquina llamada Animus, capaz de llevarlo a experimentar las aventuras de sus antecesores para combatir a la orden de los templarios, que ha usado los fragmentos para doblegar la voluntad de las personas en distintas épocas. 

    En el primer juego se transportaban a las memorias de Altair en la Edad Media, en los siguientes fueron Ezio durante el Renacimiento y en Assassin's Creed III, Connor, un nativo americano a finales del siglo XVIII, quien además de querer salvar a su aldea y vengar la muerte de su madre, participa en el proceso de independencia de Estados Unidos. 

    El juego es del tipo ""cajón de arena"" con extensos escenarios y entornos abiertos en los que hay misiones principales para avanzar en la trama, misiones alternas para ganar extras y hasta mini juegos como damas. La mayor parte del tiempo deberás ser un asesino sigiloso, caminar con cautela, perderte entre la muchedumbre, ocultarte donde puedas y transportarte trepando y saltando entre construcciones para evitar ser visto por los casacas rojas. 

    En caso de llamar la atención o ser descubierto en algún acto revolucionario, los enemigos comenzarán a buscarte en un perímetro del cual debes escapar o al menos esconderte entre maleza o montones de paja durante un rato, aunque puedes reducir tu nivel de alerta arrancando de las paredes los carteles de ""se busca"" con su rostro, sobornando a gritones callejeros para dar información falsa, o bien, pagando directamente a las imprentas. 

    Para ganar dinero puedes realizar tareas alternas como cumplir encargos de algún personaje, cazar animales en el bosque y vender sus pieles o limpiar de piratas las rutas comerciales comandando un barco. Siendo estas dos últimas de las grandes novedades que presenta Assassin's Creed III, la cacería y las batallas navales, siendo ambas muy entretenidas. 

    La parte de los barcos está tan bien lograda que podría ser un videojuego por sí solo, ya que se controla la velocidad mediante las velas, la dirección en el timón y los cañones a los lados, además de que la tripulación se puede agachar para evitar perdidas. 

    Los gráficos utilizan un nuevo sistema creado desde cero para esta entrega y tanto la iluminación del día como el clima cambian, dando mayor realismo a este videojuego tan amplio que las primeras horas llegan a parecer un tutorial; de hecho, no se juega con el personaje principal hasta después de 3 horas, ya que al iniciar eres su padre, Haytham Kenway, un noble inglés que también tiene un papel importante en la trama. 

    Mientras que en la época actual también hay episodios en los que manejas a Demond Miles infiltrándote en instalaciones de Abstergo, frente corporativo de los templarios, y combatiendo contra quienes intentan detenerto. ¿Podrás evitar el fin del mundo? Vale la pena intentarlo en este videojuego que seguramente llegará a varias listas entre lo mejor de 2012.